LAS PALABRAS

LAS PALABRAS enseñan, informan, acompañan, pero también nos aturden y nos conducen. Todos tenemos la necesidad de la palabra para comunicarnos con quien queremos. Sin embargo es necesario reconocer que al hablar Español, estamos hablando en un lenguaje que se nos impuso, y aunque ahora hasta premios ganamos por usarlo bien, no deja de ser un lenguaje ajeno.

Cada palabra en cada lenguaje tiene un significante, nombra lo que percibe, pero cuando es un lenguaje impuesto, nos obliga a decir lo que percibimos en palabras que muchas veces no dicen lo que deseamos decir, pero tenemos que usar esas palabras por que sólo hablamos esa lengua.

Para no decir los Mexicanos, los Oaxaqueños tenemos un serio problema en las palabras, en los conceptos. No sólo porque en nuestra región se hablen muchos idiomas o lenguas, sino porque existen serias contradicciones entre lo que se nombra en Ayuuk, en Ikot, en Chatino, a lo que se nombra en Español.

Estamos atiborrados de conflictos, porque el término de Justicia, o simplemente la palabra Amor, no dice lo mismo en una lengua Propia, a lo que se dice en Español. A pesar de las constantes labores de Castellanización, los conflictos legales y de relaciones sentimentales, no se logra hacer acordar interpretaciones divergentes.

En estos tiempos, en los que existe la preocupación de que las lenguas originarias, no sigan muriendo, resulta urgente que los hablantes de lenguas propias, expongan sus conceptos, es decir, que traduzcan sus conceptos al español, no lo contrario, que traduzcan el Español a sus lenguas, porque de esa manera, el carácter hegemónico del Español, resulta consolidado, y la suma de problemas en las definiciones jurídicas y literarias, permanece.

Nos preguntamos: ¿Los mensajes de la pandemia que son en lenguas originarias, son una traducción del español? o son, una interpretación de lo que sucede, y desean decir los hablantes en su lengua. Las respuesta está en el aire.