Diario Comunal 285: El tequio es una actividad integral social y natural.

Práctica ancestral de nuestros pueblos, el tequio simboliza la gran resistencia que han expuesto, desde la invasión en 1492, la profunda cosmovisión de nuestros pueblos originariamente Oaxaqueños y mesoamericanos, para conservar y reproducir la substancia de su ser. Pero ¿porque el tequio y no otros elementos vitales de la existencia comunitaria? La respuesta es sencilla, porque el tequio es una actitud, que revela la substancia de cada habitante que sabe y reconoce su ser dentro de una colectividad. El tequio no es sólo la actividad física que se realiza en una tarea de beneficio comunitario. El tequio empieza, desde la identificación y la definición de una necesidad colectiva y comunitaria. Esta necesidad puede ser, no solo la construcción de un edificio, la defensa de una porción de suelo, sino, también la celebración de una fiesta. El tequio es el respeto y reconocimiento del otro, y de la necesaria participación en el trabajo, para el beneficio recíproco de todos. En este sentido, el tequio es la actitud integral de una persona, que se reconoce vivir en interdependencia con los demás.
En otras palabras diríamos que desde el reconocimiento de una necesidad colectiva, hasta la solución y satisfacción de esa necesidad, esa actitud no deja de ser una actitud social que contradice, el poder, la propiedad y el mercado. En principio porque es una actitud personal que se suma, se integra a los demás, no a una orden, sino a la definición colectiva de una necesidad que le atañe. Colaborar, participar en el tequio, es saberse no propietario de un esfuerzo, de una energía que solo tú, puedes y debes usar en tu beneficio.
Es en este sentido, que no eres propietario de ti mismo, sino, de la convivencia equitativa con un determinado colectivo. Tampoco puedes vender una energía que ha decidido realizar una colectividad, porque tu energía no es ninguna mercancía, por lo contrario es un trueque colectivo de energías para el beneficio recíproco de todos. Es cierto, los tiempos actuales han permitido el pago monetario de un tequio, sin embargo, ese pago, si bien responde a una lógica económica ajena, se enlaza a la necesidad de colaborar o contribuir a subsanar una necesidad colectiva. Diríamos, que es una adecuación al modelo hegemónico, pero se da continuidad a la resistencia. Es esta la gran contradicción frente a la trabajo enajenado, el que se paga vía los impuestos, y es ella, la actitud de resistencia que ha mantenido Oaxaca, ante la lógica económica hegemónica. Dar tequio en una comunidad, es asistir a la asamblea, es hacer los cargos y comisiones, que en asamblea se deciden como necesarios, es hacer el trabajo físico, pero también es hacer la fiesta.
Es por esto que a la tarea de transformación educativa en Oaxaca, señalada para si, el magisterio, lo consideramos un TEQUIO PEDAGÓGICO. Sabemos que al maestro se le paga y que esto sería su obligación, es cierto, pero el hecho de que un maestro se de a la tarea de pensar con y para la colectividad, olvidando o haciendo a un lado sus federales ordenes académicas, significa hacer un tequio. Esto llevará a fortalecer la resistencia regional ante el modelo político y económico imperante, que por lo que se ve en Guerrero, es elevadamente subversivo para los intereses en el poder. Usted, ¿seguiría haciendo tequio?, esa es la pregunta.

Comentarios

  1. muy buena maestro saludos y espero que se encuentre bien hay aver cuando realizamos otro magno evento en las escuelas felicidades

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