Diario Comunal 289: Bien vale la pena, revisar las diferencias que hay entre: Caridad y Reciprocidad.

Nosotros consideramos, que los Oaxaqueños reproducimos de fiel manera la Reciprocidad. No obstante que la caridad, es una actitud sembrada por la religión, y esta nos fue impuesta hace más de cinco siglos, en Oaxaca, se persiste, en la ayuda mutua, en el apoyo mutuo.
Cualquiera puede preguntarse, en qué radica que Oaxaca se caracterice por su Reciprocidad, a pesar de cinco siglos de invasión cristiana, que se funda en la caridad.
Es muy simple. La Reciprocidad responde a un acuerdo sobre una necesidad, y la caridad, responde a una necesidad sin acuerdo. Es decir, la caridad viene de arriba o del poder, y la reciprocidad viene de al lado y construye Autoridad.
La caridad diríamos es como la lluvia, te moja, pero luego te secas, y la Reciprocidad, es la fuerza que se construye entre dos y permanece.
Es decir la caridad es dar, "sin mirar a quien" y la reciprocidad es dar para recibir.
La caridad produce dependencia vertical y la reciprocidad produce fuerza horizontal. Y es la reciprocidad la que ha construido en los oaxaqueños su fortaleza comunal.
Por lo mismo, no nos cabe duda que la formación liberal en la que estamos inmersos, sea más para recibir, que para Dar. Pensamos diariamente en lo que vamos a recibir, a conseguir, a obtener, que nos olvidamos de Dar para recibir.
Nos educan para recibir un salario, un regalo, una caridad, etc., no para dar lo que podamos tener y de esa manera, obtener el apoyo mutuo.
Una nueva educación, se debe fincar en la reciprocidad, ya que todos, nos educamos unos a los otros, y esto es una mecánica reciproca. Es decir, no esperar a recibir educación, sino construirla, mutuamente.
Vamos a la escuela para un día recibir, conseguir lo que queremos. Esto nos separa de facto del otro, de los otros, nos individualiza. Por lo contrario, dar lo que tu eres, pareciera inexistente, porque, estas educado para recibir, para consumir.
Unos pueden decir, que se educan para después dar, un servicio, una atención, un conocimiento equis, pero lo que se consigue es un razonamiento, (al terminar los estudios), de ofrecer otra vez para recibir, para conseguir, y esto se vuelve una lógica sin fin, en la que tu eres, sin el otro,
Esto que pareciera un juego de palabras, no lo es, es una cuestión de principios. Estos tiempos ya no están para esperar solo a recibir, ni dádivas del cielo, y menos del Estado, es para hacer reciprocidad y con ello construir mundos nuevos, como el de las comunidades Oaxaqueñas enseñan, a través del tequio, la Guetza,etc. Ustedes, todos, tienen la palabra y la acción.

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