Diario Comunal 95.
A propósito del nacimiento de un nuevo sol. Nos
proponemos a tratar de razonar de manera diferente. Si, demos vuelta la
tortilla, antes de que se queme. Generaciones enteras hemos sido cultivados en
principios, que no discutimos, que no debatimos, que simplemente reproducimos,
y con ello creemos alcanzar la felicidad. Vivimos la competencia y la violencia
sin preguntarnos de donde vienen, que es lo que los originan. Por ejemplo,
pensamos en patria sin pensar que nos conduce a un estado patriarcal, Pensamos
en equidad, y no nos atrevemos a pensar su inexistencia, esto sucede con la
libertad, la democracia, la justicia, la igualdad, conceptos inexistentes que
viven en nuestro razonar como conceptos naturales. No nos damos cuenta que en
verdad son conceptos construidos por seres humanos, que por cierto llevan
nombre de los que se atiborran en los libros de la historia. No nos damos
cuenta que existen formas diferentes de interpretar al mundo, desde el hombre y
desde la naturaleza. Estas formas de pensar el mundo han convivido toda la
etapas de la historia mundial. Como consecuencia no deparamos en tratar de
explicar su origen y su ejercicio.
Competimos en todo, en el deporte, en la
escuela, en el hogar, en la calle, en el conocimiento, por lo tanto en el
poder, en el control, en el sometimiento, en fin en todo. Nos pasamos la vida
midiendo, lo que tenemos y no tenemos lo que se nos dice y lo que no se nos
dice, lo que hacemos y no hacemos. Competimos hombre y mujer y no entendemos la
necesaria complementariedad, la interdependencia de todo, nos separamos los de
izquierda y derecha, sin atender que ambos nos necesitamos, que somos parte de
un solo organismo, de una naturaleza indivisible. No nos percatamos que vivimos
un vida vertical, que siempre pensamos en avanzar si, y hacia arriba, al
progreso, al desarrollo, en fin siempre estamos pensando en arribar, en llegar,
y pensamos cuando creemos que estamos arriba y pensamos cuando estamos abajo,
siempre en subir.
No nos atrevemos a pensar de manera horizontal,
a pesar de saber de la existencia de esa manera de razonar, al contrario con el
poder, la guerra, la conquista, invadimos, oprimimos, asesinamos, sometemos a
los que se miran horizontalmente, a lo que no buscan el poder, a los que
consideramos presas fáciles y víctimas de nuestro armamento.
Pensamos desde nosotros, no desde los demás,
sin darnos cuenta que somos un resultado de los demás, de las ideas, de las
acciones, de los razonamientos, de los demás. Nos creemos libres de pensar y
actuar, sin detenernos a pensar que desde antes de nacer ya dependemos de otro.
Con estas locuras les deseo un nuevo sol.
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