Diario Comunal 91.
Transformar, es, en primera instancia saber que
es lo que no queremos y también lo que si queremos. La educación se ha puesto en
duda desde hace tiempo. Pero el que hacer, todavía no encuentra respuesta. Lo
que nosotros proponemos, es des mistificar lo que ha sido la práctica
educativa, sus conceptos, su forma de razonar, su contenido, etc. Seleccionar o
crear un nuevo lenguaje, hacer de la practica educativa una labor des
enclaustrada, si, que puede tener como referencia, a la escuela, como edificio,
como espacio, pero que la enseñanza se ofrezca investigando el entorno que nos
reproduce cotidianamente. Lo cual en primera, nos saca del salón, y al
reconocer el territorio que pisamos, le encontramos su integración, su riqueza,
su diversidad, etc. Esta practica, de inmediato te conduce a horizontes nuevos,
no discursivos, no de dibujo, ni de texto, es decir, se abandona el pizarrón,
el libro de texto, el mesa banco, o el pupitre, dejas de estar al frente de un
alumnado que con sola tu distancia, lo separas de ti, viéndola como masa
consumidora de tu discurso.
Al salir, es la naturaleza quien da la clase,
la que genera preguntas, el colectivo que te acompaña ensaya las respuestas. He
aquí el primer grado de transformación. Muchos se preguntaran, y que chingaos
ganamos con eso, pues eso, salir del salón y descubrir lo que te rodea, lo que
de alguna manera se busca hacer, con la ayuda del pizarrón, El medio natural
que pisas y pisan los niños, te empieza a enriquecer con ese descubrimiento. Si
te das cuenta, la escuela te funcionó como lugar de reunión, es decir no la
estas abandonando, le das simplemente su lugar como sitio acordado de reunión.
En la diversidad de tu territorio, puedes hacer
razonamientos matemáticos, físicos, de color, de sabor, de uso, de química
incluso. Encontraras lo medicinal, lo que sirve para la habitación, para la
energía o combustible, lo que te puede alimentar, lo que te puede sanar, puedes
medir la altura de los terrenos, e identificar el tipo de planta que se da en
ese grado de humedad, estas y muchas cosas más, iras descubriendo, CON, los
alumnos, seguramente tendrás más respuestas, o quizás no. pero aprenderás.
La mayoría de maestros no conocen el entorno
que tienen sus alumnos, esto resulta lógico si ni siquiera viven en la
comunidad. Por ello, en la escuela todo se vuelve discurso. Es cierto con esto
no le quitamos lo institucional a la escuela, su papel de iglesia, por lo tanto
su rol de religión universal. Seguirá siendo quien califique, y seguirá
albergando a los capitalistas del conocimiento, pero el solo hecho de salir del
salón, al descubrimiento del territorio, nos empieza a dar seguridad de saber y
conocer el suelo que nos permite andar por la vida. (continuaremos)
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