Diario Comunal 78: La música, enlace universal.
Todos tenemos un ritmo, una sonoridad, una
musicalidad que nace, que nos inyecta la naturaleza de la que somos parte. Con
la conquista o invasión española, integramos a nuestros saberes la música de viento.
Esta retrata nuestra forma de ser, de sentir, de comprender,de gozar, nuestra
relación con el todo. Una banda de música es una asamblea musical, encontramos
a flautines y clarinetes representando a la juventud deseosa de tirar linea y
de hacerse escuchar. La trompetas, trombones, sáxos adultos, que le dan cuerpo
y fortaleza a la misión comunitaria, las tubas y los timbales, son ancianos que
marcan el ritmo de la asamblea musical. La asamblea elige a su directos quien
coordina los tequios ensayos, y detrás de el esta la junta de caracterizados
que son los patriarcas, los legales representantes de la actuación.Todos hacen
la vida, la fiesta, respetando la diversidad de emociones que hacen la música
vida. Con los caballos europeos, también llegó la guitarra, el piano, la música
clásica, la voz de los barítonos, de los tenores y de las sopranos. Esta música
hasta ahora, había sido coto de una elite urbana y Universitaria. También
nacieron los trovadores, los juglares, los enamorados, los que en los tiempos
actuales llenan las barras programáticas de toda radio, claro, también y de
manera apabullante el mercantil uso de ritmo y musicalidad. En Nuestras
comunidades, dreno la banda a nuestra manera de ser, los trovadores también,
los violines y las mandolinas, llenan nuestra fuerte manera de gozar la vida.
Una soprano nació en las montañas, y nos
entrega su voz con una dulzura, y una ternura, que sólo en la Madre conseguimos
al perseguir el sueño. Llegó de la Mixe, para dar más color a nuestros sueños,
a nuestro goce por lo que somos, Cantando en Mixe, nos hace ver que estamos de
pie y en lucha, para la defensa de nuestras capacidades, que son las mismas que
ostentan todos los seres humanos en cualquier rincón del planeta. María es su
nombre, que añade su voz, a esa pléyade femenina que hace de Oaxaca el espacio
creativo por excelencia. Acompañada de todo un Maestro al piano, nos hizo
sentir la fuerza inmensa de nuestra resistencia como pueblos originarios. Nos
hace ver que cantando también se está en la resistencia, con las armas del
opresor, que en nuestro entorno se convierte en instrumento para la
transformación. María Reyna González, y Joaquín Garzón se incorporar con su
arte a la ya de por sí cotidiana lucha, por seguir siendo lo que somos.
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