Diario Comunal 38: No haya gobernante que para estar en el poder, deje de ofrecer crear empleos.

El empleo en una economía de mercado como la nuestra, en una barita mágica de doble filo. Si te ofrecen un empleo, o haces gordo a quien te emplea, o bien a tu entender resuelves tus problemas para la subsistencia. Si ganas un salario elevado, lo depositarás en el mercado al abastecerte de artículos que seguro ni necesitas, si no ganas lo suficiente, siempre estarás buscando un salario complementario, aguardando a otro y tú, gastando tus ganancias en el mercado. Vendes tu fuerza de trabajo para comprar por comprar, cuando te das cuenta de esto, si es que te das cuenta, ya estás en el cementerio.

Yo me pregunto, ¿cómo podemos romper esta inercia?, El empleo está en todo, pero lo primero que todos deseamos es que nuestra actividad nos guste, pero lo que nos gusta empieza a dar color desde que uno nace. Por ello la escuela podría volverse un taller permanente en donde el alumno, cultive sus gustos. Si le interesa la flor, que conozca su variedad, su diversidad, los elementos que le dan vida, como hacerla más atractivas, incluso como poder ofrecerlas a aquellos que la necesitan. Lo mismo que puede pasar con la artesanía, en fin cada uno de nosotros nos inclinamos por algo de lo que nos rodea. Hay una corriente de pensamiento en el magisterio que se ha empeñado en la enseñanza a través de proyectos definidos por el alumno, sea en lo individual o en grupo, esto permite que a lo largo de los años se conduzcan positivamente los afanes, las habilidades, de cada alumno. El hacer o posibilitar que cada estudiante cultive sus inclinaciones, garantiza la buena convivencia creativa en todos, y sin querer, se alimentan las ideas para un futuro empleo, que surge de la naturaleza que nos rodea.

 El empleo no debe ser una actividad a realizar por oportunidad, porque con ello lo que se fortalece es la mediocridad y la insatisfacción cotidiana, que te puede arrumbar a caminos obscuros y negativos. Pensar que al salir de la escuela sales preparado para algo, te hace gente a manejar, a explotar, porque lo que realizas obedece a intereses ajenos y no a los tuyos o a los de tu comunidad. Esto también pasa en la enseñanza urbana pero también en ella se pueden cultivar el gusto y habilidades adecuadas al contexto, ¿Porque me empeño en esto del empleo?, ya lo comente en otras reflexiones, pero insisto, requerimos de una sociedad que se construya por sí misma, su plena felicidad y una sociedad que no esté a la espera que otro o una empresa o institución se lo dé. Puedo estar en el campo de la locura o de la utopía, pero no hay de otra, hay que descubrir nuestro propios horizontes y si esto se logra con la comunidad, mucho mejor.