Diario Comunal 31.
Autonomía individual y autonomía comunal, son
maneras de pensar distintas, pero pueden convivir si existe el respeto. En
principio es importante darnos cuenta que vivimos envueltos de dos procesos
civilizatorios distintos. En nuestra historia particular se entremezclan, dándonos
un carácter especial y un sin fin de problemas a enfrentar. El razonamiento
individualitario, ha pretendido siempre convertirse en una verdad universal.
La
carta de derechos universales firmado en los tiempos de la revolución francesa,
y más tarde en su consecutiva, la carta de los derechos humanos emitida por la
ONU, coinciden en la pretensión de que nuestra vida sea la realización del
derecho individual, fundamento del liberalismo y ahora del neoliberalismo. Ante
esto y desde antes de los tiempos de la colonia, ha ido construyéndose un
pensamiento distinto que se asienta en lo comunal, es decir en la existencia de
un pensar colectivo, sin embargo, esta manera de interpretar la vida nace imbuida
de una realidad colonizadora, por ello, se distingue como una manera de pensar
en resistencia, anticolonialista, anticapitalista, antiimperialista, anti un
sistema que le da primacía al individuo sobre lo comunal.
Oaxaca, es una región comunitaria como lo hemos
venido exponiendo. La manera de ser y pensar en Oaxaca es el comunal. Pero al
recibir a través de la educación, la religión, la política, la economía,
elementos del razonar individual, hace que la construcción del conocimiento
colectivo se enfrente a muchos obstáculos en el ejercicio de sus capacidades.
En la educación se separa la escuela de la comunidad, en la religión se impone
la imagen del hombre como centro, en la política se formula la existencia de
partidos que juntan a individuos y no a comunidades, en la economía se
privilegian los apoyos al productor individual y se excluyen a las comunidades.
Todo esto genera conflictos permanentes, que nos impiden ser lo que queremos y
podemos ser. La autonomía comunal es el ideal que perseguimos, peros nuestras
esperanzas se desfiguran ante la presencia del individualismo, que separa, que
atomiza, que enfrenta al uno del otro, en lugar de permitir hacer todo con
todos. Con esto nace la apatía, la desconfianza, el egoísmo, la inseguridad,
todo lo que va en contra del razonar y participar colectivo. Aun así, nuestra
resistencia permanece. Cierto, enfrentamos una elevada conflictividad, pero lo
comunal que existe en nosotros nos dará herramienta y las armas para detener lo
individual. Por ello es urgente saber en dónde está lo comunal y en donde está
lo individual, en nosotros mismos.
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