Diario Comunal 256: Oaxaca, ¿es un Estado libre y soberano?.


En variadas ocasiones, hemos afirmado que las Repúblicas ante el control de los grandes capitales, sin nombre y sin patria, han perdido en la práctica, su independencia. Esta apreciación nos dificulta, trasladar el razonamiento a las llamadas soberanías Estatales dentro del Pacto Federal actual. Tanto en lo educativo, en lo cultural como en las telecomunicaciones y energéticos, la Federación centraliza todo tipo de control. Dicho de otra manera, los Estados de esta Federación han perdido su soberanía. 
Esto me hace recordar a los serranos de la década de los 15 al 25, que exigieron soberanía, ante la prepotencia centralista de Carranza y de Obregón, que les permitió cierto respeto a sus decisiones, haya sido tomadas estas, como hayan sido. El logro obtenido por aquellos, que por cierto fueron etiquetados como Soberanistas, y como Contra-revolucionarios, le dio a Oaxaca cierta soberanía, por lo menos en sus decisiones de carácter político. Detalle curioso, fue precisamente José Vasconcelos, quien no logró la Gubernatura, con el apoyo del poder central.
En estos momentos Oaxaca vive una situación parecida, pero ahora en el campo de la educación. De todos es sabido que el magisterio Oaxaqueño, se opone seriamente a la reforma educativa que ya fue aprobada por el congreso Federal. Este congreso, por cierto, avasallado por los intereses económicos y políticos del partido en el poder, ha decidido y amenaza seriamente con desaparecer una diversidad cultural que en su artículo segundo, la propia Constitución federal reconoce y expone.
La soberanía Estatal debe ser reclamada en función de la propia constitución, Esto permitiría que el modelo educativo propio de Oaxaca, sea respetado por la federación, con base en lo establecido en su artículo segundo, pero ese no es el problema central, pues las condiciones laborales del magisterio, si, y esto hay que reconocerlo, los desaparece la reforma recientemente aprobada. En este sentido, podría ser el modelo educativo, el que defienda las condiciones laborales, es decir, si realmente se diseña ese modelo y este obtiene la mecánica necesaria para que el trabajador defienda su fuente de trabajo, la soberanía podrá ser defendida. Si nó, la preeminencia del centralismo federal conseguirá sus propósitos; la consolidación de una sociedad desigual, homogénea y uniforme, un verdadero ejercito al servicio de los intereses del gran capital.
Ha llegado la hora, de armonizar los intereses fundamentales, lograr, lo que queremos ser, o ser doblegados por las fuerzas hegemónicas. Esto depende de cuan inteligente podamos ser, y hacer alianzas Estatales fuertes, que defiendan en su conjunto, la personalidad profunda de los Oaxaqueños. Serio reto en el que estamos metidos todos. Reflexión serena y responsable, nos espera. 
#tioyim #comunalidad.

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