Diario Comunal 197: Estos son días de definición.
No nos cabe duda, las últimas semanas han sido
de gran movilización, no sólo del magisterio, quien físicamente enfrenta planos
dictatoriales de un Estado regido por intereses empresariales de todo corte,
sino también de la movilización de las ideas de aquellos que nos sentimos
comprometidos con el futuro de nuestra región. Creo que todos estamos de
acuerdo, es necesario transformar la educación, Los del poder, la piensan para
formar obreros para sus industrias, y nosotros, para lograr una sociedad menos
desigual, y más plena con base en lo que somos, necesitamos y tenemos. El poder
quiere profesionales más rentables, más eficientes para que sus capitales
crezcan, nosotros queremos profesionales que encaucen nuestras capacidades
propias, para convivir mejor ésta vida. Unos piensan en obreros sometidos y
obedientes, nosotros en campesinos capaces de defender y aprovechar la
naturaleza como beneficio compartido. Unos sueñan con escuelas de lujo, otros
en comunidades convertidas en escuelas. Unos creen en el discurso, otros creen
en el trabajo. Unos quieren formar, para que sus hijos se vallan a la ciudad,
otros para que se queden en la comunidad. Unos quieren educarse para dar
ordenes en oficinas, otros, para trabajar directamente en lo que les gusta.
Unos quieren explotar a los otros y otros quieren servir a esos otros. Unos
quieren ver trabajar, y otros desean ser protagonistas del trabajo. Es en esta
suma de contradicciones, y muchas más, que se debate toda la sociedad en estos
momentos.
Todos quieren calidad, pero ésta, la define
cada quien según sus intereses. Nosotros nos preguntamos, ¿hay que tomar
partido? o es necesario adecuar los intereses para encontrar el camino.
Nosotros creemos que ninguna de las dos cosas,
lo que es importante es diseñar desde cada región lo que es necesarios hacer.
Obviamente, el Estado no cree en esto. En eso nuestra propuesta es
contrapuesta, por lo mismo, es necesario buscar la forma para salirnos con la
nuestra, pese a que se nos quiera imponer lo contrario. La vida civil, tiene su
lógica, su racionalidad, su autodeterminación, en esto es el Estado quien tiene
la obligación de respetar, y a nosotros encauzar. El estado tiene también su
lógica, en este momento es la empresarial, y hará uso de sus instrumentos de
regulación, lo logrará si nosotros no cuidamos el servicio que pretendemos dar
a la sociedad, y sea ésta quien evalúe nuestra labor. En la medida que las
comunidades, las sociedades urbanas, den cuenta que sus problemas, y sus
necesidades se resuelven, estarán participando activamente de el proceso
educativo, serán nuestros aliados, responsables convencidos de lo que ha de
hacerse, si no, el conflicto permanecerá. ¿Que debemos hacer desde nuestra
región? Esta es la pregunta que debemos contestarnos, nosotros tenemos nuestra
propuesta se las expondremos en la próxima.
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