Diario comunal 191: Existe la Comunalidad urbana.
Muchos nos han preguntado si en la ciudad puede
cultivarse la comunalidad. Creemos que si. Los elementos que dan base a las
relaciones comunitarias, pueden encontrarse en todo ámbito. No con la misma
claridad que en una comunidad rural, pero si vista o apreciados de distinta
manera. El territorio común es fácil no encontrarlo en la medida que en la
ciudad florece la propiedad privada, y de que las personas habitan espacios
distantes mediados por calles y calles, el que para reunirse y tomar acuerdos
se tenga otra suma de requerimientos. Las labores que permiten la existencia de
estos seres también suelen ser muy diferenciados, incluso contrapuestos, lo
mismo para su goce, sus eventos tienen o exigen de rudos movimientos, para
poderlos realizar. Aún así, la relaciones comunitarias existen. Son variados
los elementos que pueden dar vida a la comunalidad en la ciudad. Uno de los
primarios son aquellos cuando los vecinos de una determinada colonia, barrio, o
sector, provienen de comunidades del interior, es decir aquellas familias que
en sus comunidades originarias aprendieron las formas comunitarias de
reproducción social. Incluso puede haber que en una colonia se concentren
originarios de una misma región o comunidad. Sin embargo, el tiempo y la
historia hace que vecinos de una colonia, en su acercamiento puedan entrar en
tanta confianza, que sus acuerdos sean, para su sobre vivencia, de carácter
comunitario. Puede haber casos, en lo que incluso el idioma materno pueda ser
reproducido en estos ámbitos de apariencia individualitaria.
La base original en estos procesos siguen
teniendo a la familia como sustento, pero también es importante tener claro que
el deterioro familiar es un obstáculo para la reproducción de este tipo de
relaciones. La autodefensa colectiva, es o ha sido un ingrediente central para
dar paso a este tipo de relaciones, recordemos lo que se dio en la ciudad de
Oaxaca en 2006, cada barricada llevó a la práctica esta suma de valores para la
autodefensa de su colonia o de su calle. Con esto, deseamos dejar en claro, que
si bien la comunalidad, ofrezca y manifieste mayor fortaleza en ámbitos
rurales, en aquellas etiquetadas por el Estado como "indígenas",
fuertemente ligados a la labor agropecuaria autoconsuntiva. Como conducta
necesaria para la convivencia, ésta puede ser reproducida en todo tipo de
espacio. Es también muy claro que la posesión comunal de la tierra, da mucho
mayor seguridad y necesaria actitud comunalitartia, la que se apoya en su
asamblea cotidiana, y que encuentra en su territorio es espacio vital para la
realización de su goce. Con esto subrayamos que la comunalidad no responde a
una cultura especifica, sino al tipo de relaciones que se entablan para
resolver cada una de la necesidades que nos depara la existencia.
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