Diario Comunal 180: El revalorizarnos, también ha tenido historia. (primero de varios).
Realmente no podemos hacer historia de hechos
que no nos tocó vivir, solo los momentos que hemos percibido directa e
indirectamente, abren por si sólos un buen campo para su interpretación, en
este proceso de reconocer lo propio, lo nuestro.
Recién salidos de la Universidad, egresados de
economía, sociología, antropología, administración, historia, lingüística, etc,
todos mareados por una inmensidad teórica, pero dispuestos a participar en la
transformación de la nación, nos fuimos apegando a las instancias
institucionales que nos permitieran poner en práctica todo aquellos
conocimientos que habíamos consumido en los salones de clase. Orientaciones
productivistas, revolucionarias, críticas, reformistas, conservadoras,
transformadoras, se hicieron mezcla al enfrentar una realidad que en verdad,
aparecía fulgurante ante nuestros ojos. No dudo que siga pasando, pero nos
referimos a nuestros tiempos, finales de los setenta y principios de los
ochenta.
Oaxaca, no es que viviera un época
trascendental, sino vivía sencillamente ese, su tiempo. A mediados de los
ochenta había logrado destituir a un gobernador, movimientos sociales en
espacios urbanos como la ciudad de Oaxaca, y Juchitán, lograron ser escuchados
por el "centralismo democrático priísta", con un presidente que todo
lo podía y hacía, quien depuso al gobernador y en su lugar ubicó a un General del
ejercito.
Un grueso cuerpo de académicos, egresados de la
UNAM y de un Centro de Sociología, programa piloto de la UABJO, dieron cuenta
de este movimiento analizando sus componentes, pero sin entrar en el estudio de
la realidad cotidiana de Todo Oaxaca.
Atisbos, de lo que era la resistencia, casi
natural, de las comunidades Oaxaqueñas, eran reflejadas en algunos esfuerzos
etnográficos, de historia, de lingüística, básicamente trabajos desarrollados
por extranjeros. Lo cierto es que conceptos como el de comunidad, eran
apreciados por escuelas antropológicas, economicistas, que buscaban , de muchas
maneras, la incorporación, de los ya conocidos como pueblos Indígenas, a la
civilización nacional, al liberalismo, al desarrollo del mercado. Desde estas
orientaciones, se han diseñado programas gubernamentales, fundados en la
comunidad, sin saber a ciencia cierta, que era para Oaxaca una comunidad, como
hacia su propia historia, y muchos menos suponer que habitaba en la comunidad
un modo de vida, que ha trascendido los siglos, y que representa en la
actualidad, el bastión de una resistencia integral, propia, y específica.
Llegan los ochenta, y surge una movilización
social de nuevo tipo, En la Sierra Norte, se lucha por la defensa del Bosque y
de los recursos naturales en general, en Tuxtepec, por la tierra, en el istmo,
por el control políticos,, en Sierra Sur, también por los bosques, y el
magisterio en contra de "charrismo" sindical que los tenía maniatados
y atados a "vanguardia Revolucionaria". El estado Mexicano con López
Portillo, implanta su programa CONASUPO-COPLAMAR y otros más, situación que
moviliza de muchas formas al Oaxaca entero. Es este momento que genera y se
empiezan a dar procesos interesantes, que en este diario comentaremos, no en
detalle, pero en la substancia de cada uno de ellos que nos enseña de manera
viva, el reconocimiento de lo propio, y el ejercicio de nuestra seria y
profunda capacidad, como sociedad Oaxaqueña comunalitaria.
Comentarios
Publicar un comentario