Diario Comunal 179: Valorarnos, es la clave para el futuro.
Antes de que nos invadieran los Europeos,
Éramos lo que queríamos ser, respetuosos del mundo que nos había recibido en su
seno, eligiendo nuestro hacer, según nuestras capacidades y cualidades
naturales, analizábamos el mundo, el universo, como estos mismos nos lo
permitían. Después de la invasión lo nuestro se volvió obscuridad y hubo que
consumir, la luz invasora. Para hacer sobrevivir lo nuestro, aprendimos a ser
como son los tlacuaches, dobles, muertos ante el peligro, y despiertos a la
vida, una ves alejado el peligro. Pero con esa actitud necesaria ante todas las
agresiones, nos hemos olvidado de quienes somos en verdad. Nos vestimos como
quieren vernos los invasores que conviven con nosotros, pensamos lo que quieren
que pensemos los de mentalidad europea y ahora agringada. Nos alimentamos con
los productos que nos imponen sus medios de comunicación, nos medimos como
ellos determinan de como debemos ser y hacer. Competimos con bienes y valores
que ellos nos venden, etc.
El caso es que lo nuestro se va diluyendo, va
desapareciendo. No hemos tenido la decisión de forjar las bases de nuestro
pensamiento, de nuestra filosofía, de nuestra cosmovisión o nuestra manera de
interpretar el universo. Hasta nuestras consignas, en el reclamo para la
satisfacción de nuestras necesidades, son en su lenguaje, en sus principios. Lo
nuestro brilla por su ausencia. Pero, ¿que es lo nuestro realmente? , en esto
radica la cuestión. El habernos vestido con ropajes ajenos más de cinco siglos,
hace muy difícil, saber quienes somos en verdad. La gran mayoría ni siquiera
sabe que no sabe lo que es. Los avanzados, critican o exponen esta situación,
pero lo hacen en palabras o conceptos ajenos, que al final de todo, solo
terminan enriqueciendo nuestra inexistencia, es decir nos seguimos ocultando en
sus razonamientos.
Pero, ¿ustedes que proponen? se platearán
ustedes que nos leen. Están en razón, nosotros pensamos que debemos volver al
sentido común, pero ¿que esto?, es mirar con nuestros ojos, oler con nuestra
nariz , saborear con nuestro paladar, caminar sobre nuestro propios pies, -pero
eso lo hacemos-, dirán muchos, es cierto, pero hay que ver que nos han puesto
lentes, que olemos según lo que consumimos, saboreamos, con el sabor que se nos
ha inculcado en la escuela en el restaurant (comedor), en la televisión. con
esta misma influencia nos vestimos.
En todo se nos ha invadido. Los que detectan
estas cuestiones, buscan la comida natural, dejan de comprar olores
mercantiles, buscan ropa más sencilla, dejan de comprarse o a aspirar tener un
carro, se curan con medicamentos naturales, etc. Esto es el inicio, pero la
cosa no es quedarse ahí, es buscar la profundidad escondida de nuestros
razonamientos. La mayoría se aferra en los adelantos de la ciencia, para
argumentar lo que hacen, sin darse cuenta que vuelven a lo mismo; a ocultarse o
a mostrar un razonamiento ajeno, que no explica lo suyo. Darle valor a lo que
somos y tenemos, es la clave, no nos cansaremos de insistir, que veamos la vida
con nuestros propios ojos, esto se logra para empezar, reconociendo que vemos
con lentes ajenos. Por favor, no nos salgan con que esos lentes son suyos
porque ustedes los compraron, porque con ello nos contestaran la verdad, esos
lentes los compraron, dense cuenta de ello, y ¿con que los compraron? con un
histórico derramamiento de sangre, sudor y lágrimas, de todos.
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