Diario Comunal 152: ¿Trabajo o explotación Infantil?.

Hoy en la mañana escuché un nota periodística, que señala a Oaxaca como uno de los estados que revelan mayor grado de trabajo infantil. Este tipo de señalamientos confunden, son criterios tecnocráticos, que no explican los diferentes tipos de trabajo que realiza un infante. Así como el hombre, la mujer,
Los animales, los niños en el Oaxaca rural, forman parte de un equipo de trabajo para la sobrevivencia. El trabajo, es una necesidad, pero también es un goce. Es la manera como el ser humano se explica como parte de la naturaleza. El trabajo es una labor, creativa, corporativa, familiar, integral, que no está destinado al lucro, sino a la sobrevivencia. Gran parte del rezago educativo, se debe a que los niños y jóvenes son reclamados por la economía familiar en determinados períodos de trabajo anual, y en muchos casos se ven en al necesidad de abandonar los estudios, con el fin de satisfacer sus necesidades vitales. Esto no lo toma en cuenta la educación gubernamental actual. Por el contrario, la falta de asistencia, es tomada como un desacato a lo establecido en la ley, y por lo mismo hace prohibitivo, el trabajo infantil. Esta es una de más de la infinidad de contradicciones que ahondan la separación entre comunidad y escuela.
En la ciudad, cierto, esta cuestión puede comprenderse de distinta manera. En la ciudad todo trabajo a realizar es enajenado, es lucrativo, aunque en la mayoría de los casos el trabajo infantil, apenas si logre la sobrevivencia. Esta situación conduce a que se observe, lo que significa en realidad explotación del trabajo infantil. Sin meternos a descripciones que ya todos conocen, podemos afirmar que el trabajo urbano-industrial o de servicio, es valorado monetariamente, no así en el campo, cuya valoración se da en sus frutos productivos.
Son estas contradicciones, las que reclaman que la educación responda a la realidad comunitaria y campesina. El trabajo recíproco en comunidad da prestigio, satisfacción, respeto, cosa contraria, el trabajo pagado, genera competencia discordia, avaricia, explotación, por lo mismo insatisfacción. El trabajo campesino, sea el que sea, es para ti, tu familia, la comunidad, en lo otro es para beneficiar a otro, al patrón, al dueño de lugar, al jefe inmediato, al explotador. Es amplia la diferenciación entre estos dos tipos de trabajo.
Aclaremos, no se quiere decir, que en el campo no exista el trabajo que es remunerado, si lo existe, pero este ya se entiende dentro de la lógica económica imperante. El albañil, el carpintero, el maestro, tienen una remuneración por su labor, pero como decimos, estos se explica en función de la dinámica económica imperante, pero al referirnos al trabajo infantil, en su mayoría responden a las necesidades del núcleo familiar. Tampoco podemos negar, que el trabajo infantil, en espacios urbanos, se defina en su relación y razón monetaria.

El tipo de información noticiosa, que estamos comentando, esconden las contradicciones expuestas, nos hacen ver como una sociedad explotadora de niños, sin que se repare en los condicionantes geográficas, culturales y económicas que permiten expresar la riqueza y la diversidad productiva que caracteriza a nuestros territorios. Nuevamente, los razonamientos neoliberales, pretenden evidenciar la necesidad de fuentes de trabajo "legales", con el solo objetivo de justificar inversiones financieras ajenas y privadas, y ahí si, explotar la energía de trabajo de los Oaxaqueños, además de sobre explotar sus recursos, ancestralmente heredados.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Diario Comunal 285: El tequio es una actividad integral social y natural.

#UACO

Diario Comunal 57.