Diario Comunal 148: ¿La asamblea Estatal del magisterio es verdaderamente una asamblea?.
En variadas ocasiones, hemos afirmado que la
asamblea general de la sección XXII de maestros, es la que más se acerca en
Oaxaca a la práctica de la Comunalidad. A pesar de las rechiflas que han
logrado mis afirmaciones, creo adecuado ampliar la explicación de nuestros
razonamientos. Las bases, como cotidianamente se mencionan, son un número
determinado de maestros que laboran en una zona, en un municipio, en una
microregión, etc. En esta reuniones, los maestros se conocen, en su gran
mayoría, cara a cara, es decir se conocen hasta de nombre. Su cercanía, les
permite identificarse, a tal grado que en su proceso laboral, surgen hasta
matrimonios de sus relaciones. El caso es que sus acuerdos se toman en fuerte
grado de confianza, algo semejante a una asamblea comunitaria. En estas
asambleas delegacionales, todos nombran a quien ha de representarlos en un
siguiente nivel asambleario. Cada delegación se da a la tarea de determinar, en
la mayoría de los casos, lo que sería su programa de trabajo o bien su postura
como organismo, sobre los temas que urgen de determinar en el siguiente nivel.
Lo que les une, es ciertamente necesidades gremiales, que pueden ser
condiciones laborales, pero también pueden acordar tareas educativas. Esto hace
que la Sección, tenga una base, es decir, un mecanismo de reflexión sobre lo
que haya que hacerse, tanto en lo sindical como en lo educativo, lo que implica
acuerdos de movilización, muchas veces decididos a efectuar, fuera del contexto
que ha determinado su decisión, por así decir, la ciudad de Oaxaca.
Las decisiones de la base, se observan
inquebrantables. Esto le da fuerza a sus demandas, a su movilización y a las
posibilidades de obtenerlas. Sin embargo, las asambleas en otro niveles, se
asoman otro tipo de situaciones, que ya no son resultado de la cercanía, sino
de conceptos y de intereses grupales, en gran mayoría de interpretación
ideológica, lo que les lleva a enfrascarse, por estrategias y tácticas
diferenciadas, en las que "los que tragan más saliva, tragan más
pinole". En otras palabras, quien más grita, es más escuchado, o
relativamente más atendido. pese a esto, todos los delegados suelen tener vos y
voto.
En un espacio mayor, resulta obvio que no todos
se conocen, y ,menos que se tengan algún grado de confianza. Empieza la
competencia de quien es más honesto, más "correcto políticamente", de
quien ha leído más, de quien se lleva con tal, de que partido, en fin la
integración de opiniones, responde a un universo más complejo. Incluso aparece
en concreto, la lucha por el poder. Todo esto es explicable, si se comprende la
magnitud de integrantes-maestros de la Sección.
Sin embargo, el hecho de que cuenten con
asambleas de base, le permite a este gremio, estar más atado a acuerdos que en
verdad sean reflejo de la participación de todos, sean estos agradable para
terceros o desagradables.
La mecánica opuesta se ve con toda claridad en
sindicatos "charros", en partidos políticos, en la mayoría de
organismo sociales, a quienes les preocupa más vincularse al poder establecido,
que a la toma de acuerdos desde la base que representan. Diría
parafraceandonos, el magisterio logra ser comunal en la base, pero se
descomunaliza, arriba, por su cuerpo descomunal. Dicho de otra manera, el
magisterio de Oaxaca, tiene los pies en el suelo firme, pero tiene un cerebro
enmarañado. Imaginen, lo que sucede en su cúpula de representantes.
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