Diario Comunal 144: Un plan de transformación, cuando se hace ley, desaparece como Plan.
He creído que el PTEO, es una fuerte
autocrítica magisterial y el empeño por mejorar s el desempeño de su labor. Es
decir, es un proceso en constante movimiento, que avizoran y llevan a su
práctica quienes lo suscriben. En otras palabras no es una norma, ni tampoco un
documento terminado.
Estoy completamente seguro, que la educación
actual, no da respuesta a las expectativas de los Oaxaqueños. Que la escuela es
un centro de adoctrinamiento para formar maquinas al servicio de la empresa
intelectual y material, que mecánicamente reduce al ser, a una simple
mercancía. Sin embargo, a nuestro pesar,la escuela existe, y forma parte de los
valores mercantiles que moldean el pensamiento de las generaciones actuales.
Por ello, en nuestro concepto, el PTEO es, un aporte importante de la
conciencia magisterial para cambiar el rumbo de su labor, en Oaxaca. Conciencia
que responde a la naturaleza de nuestra región sureña, avance que no se observa
en otros Estados, que ya han sido maniatados por el pensamiento cosificador y
mercantil del conocimiento.
Pugnar por inscribirlo como ley, suena bien,
hasta cierto punto, porque eso obliga al Estado a respaldar con recursos, las
tareas educativas que señala para si, el magisterio Oaxaqueño. Sin embargo, no
existe ley que no se trascienda, no solo por lo individuos, sino también por la
sociedad organizada. No solo, por su manejo corrupto y estático,. sino porque
los tiempos cambian, las personas y sus condiciones reales, también.
Estamos conscientes de que los maestros ofrecen
su transformación pero se oponen a ser evaluados con criterios ajenos. Están en
lo cierto, su Plan, lleva en si mismo un modelo distinto de evaluación, un
ejercicio que esté ligado a lo que la comunidad, o la sociedad entiende como un
buen o pertinente maestro. El problema radica en la educación que concibe el
Estado Mexicano, el cual, como resulta lógico, debe responder los criterios
económicos, políticos e ideológicos, que le sustenta, y esto es la rentabilidad
empresarial, la obediencia democrática, y la mercantiliszación del
conocimiento. Lo triste, y como ya lo afirmamos en otra página de este diario,
es que el Estado pierda soberanía, ante las reformas a la constitución federal.
La obediencia al pacto Federal no nos debe
causar extrañeza, Es algo que se tiene que capotear, si en la mente de todos
los maestros está el transformar su responsabilidad, y dar respuesta coherente,
partiendo de una sabiduría Oaxaqueña, que sabe lo que quiere y como lograrlo.
Es por esto que afirmamos que el Pteo, es un proceso, no una norma, que
descubrir haciéndolo, puede conducir al Oaxaca actual, a ser un ejemplo para la
humanidad.
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