Diario Comunal 133: La identidad es sacudida a través de la Copa.
Desde su origen, este evento deportivo mostró
en su profundidad, la necesidad de todos los serranos de no obscurecer su
identidad, precisamente serrana. Nace como necesidad y como proyecto en la
ciudad. Imbuidas de nostalgia, las ideas de llevar mayor calidad al basquet,
revela por un lado, una vinculación que se necesita con nuestras comunidades
originales, y en segunda, para contribuir, desde lo aprendido en la ciudad, de
mayores elementos que dieran mayor brillantez a ese deporte. En suma, se podría
afirmar que el fondo de la Copa, es no perder identidad y es más enriquecerla.
Este ánimo, ha prevalecido en todos los participantes, estén ubicados dentro de
la República Mexicana, o en el extranjero. A su interior las comunidades,
reciben los favores de la repatriación de sus hijos emigrados, incluso de sus
nietos nacidos en otros espacios, que les garantiza la posibilidad de
recuperarlos, pero también de visibilizar en mayor medida el nombre de su
comunidad. Esto genera efectos positivos, pero también negativos. Los que
habitan y reproducen la comunalidad en lo concreto, se ven desplazados por
aquellos que consideran ajenos, en la medida que no cumplen con sus
responsabilidades comunitarias, que tienen mayor estatura, y gozan de mejores
condiciones técnicas para desarrollar un mejor juego.
Definitivamente, no es lo mismo entrenar en la
comunidad que en la ciudad. En la comunidad primero se cumplen obligaciones y
si queda tiempo se entrena. En la ciudad, el ritmo industrial o de servicios,
regula el tiempo en la medida que cuando se entrena se cuenta con tiempos
determinados y con asesoría adecuada.
Esto lo vemos de manera inicial en el desempeño
de el equipo de Xiacuí, que brillan más de una década. Ahora lo vemos con los
jóvenes que nos visitan de los Estados Unidos.
Esta situación nos lleva a las siguientes
reflexiones: En primera, los que viven en la ciudad enfrentan un claro proceso
de pérdida de identidad, quizás materialmente no la necesiten, pero
culturalmente, si. Es mucha la adversidad que enfrentan, vía la discriminación,
la exclusión, que el ser atendidos por su comunidad originaria les llena de
satisfacción y de mayor energía para conservar su identidad en espacios ajenos,
principalmente en ciudades tan racistas como las gringas. En segunda, es
también legítimo, que los que representen a su comunidad, sean aquellos, que
independiente de su juego, cumplan con la reproducción de la vida comunitaria.
En tercera, creo que viendo hacia el futuro, los emigrados y sus descendientes,
deberían tomar mayor conciencia de la situación real que prevalece en la
comunidad que representan. Creo que a todos nos gustaría ver de Presidente
Municipal de Xiacuí a "la marrana" , es decir verlo como un ser más
integrado a la comunidad que solo a su oficio,
Este año se juega la sexta versión, la Copa está
en manos de Zacatepec Mixes.
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