Diario Comunal 123: !Estimulantes noticias¡.
El triunfo de Correa en Ecuador, y el de los
pueblos Ikoojts (o como se escriba) y Zapotecos del istmo, nos renuevan el
espíritu. En ambos casos el respeto a la naturaleza, es el criterio que guía
con mayor fuerza, cada día, las acciones de todos los que habitamos
Latino-américa. Sin embargo, en esto sigue radicando el gran reto a reconocer y
argumentar para que las futuras generaciones, puedan gozar de un planeta sano.
El estado de Ecuador, se ha refundado, y convertido en un Estado Plurinacional,
es decir, Un estado que reconoce la existencia de las variadas naciones que le
integran. Y si bien, ha disminuido la pobreza, y ha elevado su infraestructura
para un buen vivir de todos sus habitantes, aún sigue entre la disyuntiva de si
seguir fundamentando su ejercicio social en la explotación del petroleo o en la
utilización de fuentes de energía alternas, limpias y renovables. No debemos
olvidar que la Amazonia, sigue siendo agredida permanentemente por la visión
desarrollista neoliberal, es decir, por aquellos que prefieren arrasar inmensas
cantidades de naturaleza, a cambio de la construcción de hidroeléctricas, como
está sucediendo en Brasil y en otros Estados del sur.
En el caso mexicano es necesario recordar, que
el argumento para invadir terrenos comunales en el istmo, es precisamente la
producción de energía eléctrica, etiquetada de limpia y renovable, como los son
los vientos. Viendo así la situación, los dos casos enfrentan condiciones
diferentes. Ecuador, no tiene los vientos que tiene el istmo Oaxaqueño, y el
istmo , por fortuna diría yo, no tiene el petroleo que tiene Ecuador. Sin
embargo, ambos están convencidos de defender su naturaleza. Creemos que los
compañeros del istmo, tienen por desgracia, que reconocer que el neoliberalismo
es un perro rabioso, y que tiene como aliado no sólo a casi todos los
gobiernos, sino que tiene el control de los grandes capitales, fondos
monetarios, bancos mundiales, etc, sobre todo organismo que elaboran leyes en
su favor. Con esto queremos decir, que posiblemente el modo de resistir, sea el
que la población regional se apropie de los procesos, es decir que el
aprovechamiento de los recursos energéticos estén en manos de la población, que
estos sean los que inviertan y no los grandes capitales, que no tienen nombre
ni
patria. Esto ya se pretende en Ecuador, en el
Istmo, habría que ver, si está entre sus razonamientos. Pase lo que pase, el
espíritu se ha oxigenado.
Comentarios
Publicar un comentario