La vida política...

 No entiendo porque se insiste que la vida política de ésta y muchas repúblicas se define a través de la pugna partidista. Si lo cierto es que la existencia de los Partidos es verdaderamente cuestionable. Hasta donde entendemos, los Partidos, son alianzas de grupos que por un lado, protegen privilegios, o bien aspiran a tenerlos, vía el camino más fácil y cómodo. La figura de militante de una perspectiva de sociedad, no existe. Los partidos ya no tienen idearios, sino interese que proteger y lograr.

En la sociedad se dan problemas, que buscan resolverse mediante la inserción en determinado membrete, y si este está en el poder mejor, y si no, es recomendable aliarse a una red de grupos que tengan fuerza, y esto se define en la cantidad de representantes que tengan en las Cámaras.
A esto se debe que los grupos o movimientos de la sociedad, con serias demandas de bienestar social, prefieran actuar como tales, porque de otro modo tienen el peligro de ser coptados en una red de intereses, que no tienen perspectivas claras de para donde se va.
El hablar de Izquierda o derecha, ha dejado de tener sentido, porque enmascara la verdadera substancia de la red de grupos de intereses que usan determinado membrete.
no dudamos que ese remolino de intereses, existan seres que tienen claridad de la sociedad que buscan, pero son los menos, y en muchos casos, los más excluidos de la representación y del púlpito de la exposición.
Tampoco nos resulta adecuado mencionar el membrete en nuestras reflexiones, porque nuestra contribución queda enmarañada en la diversidad de interpretaciones que se desprenden de los observadores y copados en la riña permanente de estas redes de intereses.
Suena difícil entender que la sociedad obedece a los problemas y necesidades que le envuelven de manera directa, y su criterio para emitir su voto navega según el ruido que lo aprese. Es por ello que éstas redes, tienen en los medios de comunicación el micrófono a arrebatar y a manejar. Y con ello, la sociedad es silenciada o movida a actuar mediante la compra directa de su voto, recibiendo a cambio, residuos de la comilona que ofrece el poder.
En síntesis, diríamos, que la llamada democracia, está sostenida de alfileres, y que la sociedad se expresa, como puede, y en la mayoría de los casos, derrotando su energía, al dar continuidad a un discurso político, en el que no está representado, sino usado. Usted tiene su propia palabra.

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