DESDE que se adoptó como una verdad el "pienso, luego existo"...

 DESDE que se adoptó como una verdad el "pienso, luego existo", se privilegió que es más importante el pensar, que el hacer. La prepotencia del que ordenaba se entendió como un derecho sobre el tenía que hacer las cosas. De ahí, el sacerdote, como el Licenciado, se encumbraron en una pirámide social y económica, en la que los que hacen, trabajan físicamente, laboran, son los de abajo, y los que piensan, se ofician sacerdotes o licencian como maestros de Escuela, están, arriba.

Esto mismo sucedió cuando el invasor colonial, afirmo que los habitantes de las tierras invadidas, no tenían alma ni conocimiento. El pensar, el derecho, la licencia y con ello su color y "raza", se impuso, lo que derivo en un proceso racista de determinación social.
La colonización, dio nacimiento al racismo, y a la prepotencia de quien cree que piensa, sabe o conoce, por encima de lo que los demás saben, por hacer.
Sin embargo, ésta sencilla reflexión, por más clara que sea, tardará e comprenderse mientras las bibliotecas, como los centros escolares y las ortodoxas iglesias sigan tomándose como el eje del pensar, y se siga entendiendo el hacer, como castigo, por lo tanto de la continuidad del poder, de los privilegios, de la élite.

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