Diario Comunal 48: Sábado y domingo para el maíz, y talea para el café.
No cabe duda la sierra da muestra de un
compromiso profundo por su alimentación y por su economía. Muchos podemos
pensar que hablar de la sierra norte, sólo es hablar de Juárez y de los
bosques. Es cierto relativamente, porque tanto comunidades forestales como
cafeticulturas han encontrado un referente en Juárez para su pensamiento, sobre
todo en el respeto que se traduce en paz y una relativa armonía. Este fin de
semana habrá en Guelatao dos eventos de suma importancia, ambos tienen el maíz
como referente central. Esto coincide con el hecho de reconocernos como un
pueblo que depende del exterior en materia de alimentación, esto significa que
no tenemos autonomía en materia de alimentación, a pesar de que en lo general
contamos con suelos de una gran riqueza en nutrientes. Fuimos autosuficientes
hasta los sesenta del siglo pasado. El diseño gubernamental de la economía
Mexicana, ha hundido a la producción campesina, sobrevalorando la industria y
todo los componentes que giran a su entorno. Dejamos de producir maíz, frijol,
y por lo tanto, se nos hizo dependientes de los grandes mercados provenientes
del norte, de México y de Estados Unidos. Lo peor, ya consumimos productos de
Monzanto, empresa de transgénicos de variados productos. El impulsar la
atención hacia el maíz, permite una obligada reflexión sobre nuestra
dependencia alimentaria, que contradice otros planos en los que sí ejercemos,
autonomía.
El dos de octubre, en Tálea, habrá una reunión
de cafeticultores, que emprenden nuevos y renovados bríos para el control y
comercialización de su producto.
Detrás de cada cafeticultor está un campesino
productor de alimentos, que con su maíz y frijol, garantiza su alimentación, y
con el café una solvencia monetaria que le permite hacer frente a diversas
otras necesidades no alimentarias. De este modo, las comunidades campesinas
pretenden enfrentar la dependencia. ¿Pero qué pasa con las comunidades
forestales?, es curioso que el capital que se logra en el aprovechamiento
forestal, no se use en la producción de alimentos. Creo necesario que los
forestales miren sus mercados atiborrados de alimentos externos y no se
preocupen por producirlos directamente.
Estamos a buen tiempo para encarar nuestro propios errores y debilidades, si queremos ser autónomos hemos de pensar en todo, no sólo en la libertad de hacer uso comunitario de nuestros recursos, sobre todo debemos pensar en tener la barriga llena para que tengamos el corazón contento.
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