Diario Comunal 03.

La bandera central que se enarbola en estos momentos es el apartidismo. Esto suena curioso, porque implica desconocer el valor de un partido y por lo tanto del régimen que le sustenta.El apartidismo también significa comprender que la solución no estriba en la obtención del poder, sino en la necesaria visión de cambiarlo todo. Nos llama la atención por un lado los empeños enfermizos del IFE, en que la sociedad salga a votar, por el otro, la urgente necesidad de plantear la REFUNDACIÓN DEL ESTADO, que significa quitarle su caratula cívica y buscar una orientación más cultural, que implica el reconocimiento de otros diversos razonamientos electorales.

Es muy claro, que todos los partidos bordan sus propuestas, en modelos de ajuste dentro y al régimen neoliberal y neocolonial que nos engloba, no sólo a México, sino al mundo. La orientación económica ,fundada en el mercado,y política, es la misma en todas las propuestas, el desarrollo del capital y la democracia como herramienta de distribución, aparece en todos los discursos. Esto nos conduce a pensar que no importa porque partido votes, lo importante es disminuir las desigualdades, la inseguridad, la corrupción y la impunidad. En esto bailan todos, y tratan de bordar sus discursos de las mejores ideas para lograr esas demandas que son populares. Pero en esencia todo sigue igual, no se habla de alternativas económicas, seguimos de todas maneras sujetos a la dinámica del capitalismo imperial, y lo que he llamado LO NUESTRO, sigue excluido y negado. 

El voto razonado es recomendable, si se toma en cuenta las atrocidades que hemos padecido los últimos siglos, pero es necesario que todos reflexionemos más allá de la coyuntura. Nadie ha hablado de autonomía, o de la libre determinación, tampoco se habla de la necesidad de establecer un cuarto nivel de gobierno, depositando esto, en la comunidad. Tampoco se habla de detener el enfermizo aprovechamiento mercantil de nuestros recursos mineros,o del manejo empresarial privado del agua, tampoco en el alentar fuentes nuevas fuentes de energía con el consenso de las comunidades que poseen estos recursos. Como en la Constitución se le da el papel de administrador de los recursos del subsuelo , al Estado, es ese quien en entera libertad emite concesiones a los sectores que le ayudan en las lides políticas que les sostienen en el poder. Sin embargo, y aunque no se crea en ellos, tendremos que votar por un partido, yo sólo espero que triunfe aquel que , por lo menos, haga realidad una mayor tranquilidad, para que todos afloremos más creatividad en el diseño de lo que debe darse con un verdadero cambio. 

UNA REFUNDACIÓN DEL ESTADO Y NO SIMPLES REFORMAS.